La obra cuenta solamente con dos mujeres: una madre y una hija.
La madre se llama Isabel y tiene 82 años. La hija es Flori y tiene 54 años.
La madre ejerce sobre la hija un control absoluto, como si Flori fuera todavía una niña adolescente, en un mundo lleno de peligros y tentaciones, del que quiere preservarla a toda costa.
Pero Flori ha encontrado al hombre de su vida. Un hombre del que está enamorada y con el que quiere casarse y fundar una familia.
La madre reacciona con estupor, recordándole que el mundo está muy mal, que los hombres son todos unos frescos y que ella es todavía una niña ingenua y que no sabe nada de la vida.
Las conversaciones entre la madre y la hija son descabelladas, absurdas y divertidísimas.
Una delicatessen para los aficionados a la comedia, con ganas de reír y de pasar un buen rato.