COMO TODOS USTEDES

Poesía
Adultos
VII Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Torrevieja”. Alicante, 2002.
Editorial Aguaclara
Colección Anaquel
COMO TODOS USTEDES
Seguramente soy
un hombre triste y gris
como todos ustedes.
Un hombre encadenado a los horarios,
con mujer y con hijos y halitosis,
y problemas de próstata y de insomnio,
y una cuenta bancaria
bordeando el precipicio de los números rojos,
y enemigos mortales y aficiones pacíficas
y algún sueño prohibido inconfesable.
Como todos ustedes,
uno más del rebaño.
Bufón en la Gran Corte de la Tecnología.
Desde el punto de vista de los jefes
una mierda a la izquierda.
Completamente solo.
Condenado a morir. Injustamente.
Un hombre triste y gris.
Como todos ustedes.
NOCHE DE VERANO
Una vez, siendo niño, le pregunté a mi padre
a dónde van los hombres cuando mueren.
Era una hermosa noche de verano.
Estábamos sentados a la puerta
de la casa en dos sillas
de anea y contemplábamos el cielo.
El aire nos traía dulcemente
el olor del jazmín.
Mi padre me miró con ojos bondadosos
y tras breve silencio me explicó
que la muerte no existe y que los hombres
acaban transformándose en estrellas
que brillan en el cielo.
Cuando me hice mayor y consulté los libros
descubrí con sorpresa
que la luz de los astros no es eterna,
que también su existencia se consume
con el paso del tiempo.
Ya hace muchos años que mi padre murió.
Hoy quisiera tenerlo junto a mí,
igual que aquella noche, y poder formularle
la pregunta obsesiva que me hago
al mirar hacia el cielo
en mi silla de anea solitaria:
¿a dónde van los astros cuando mueren?
LOS AMANTES
Los dos creen que el mundo,
más allá de la urgencia de la carne,
carece de sentido.
Se juzgan destinados a la inmortalidad
y desprecian aquello que subsiste
sin fulgor, desgastado por la lepra
fatal de la costumbre.
En sus ojos destella
la luz de las semillas.
Y en sus venas un fuego antiguo y poderoso
enciende las hermosas
antorchas de la vida.
Ignoran que en la sombra
la terrible clepsidra del hastío
conspira contra ellos.