Mis ojos te contemplan,
remota lejanía
de los años pretéritos,
desde el vago pretil de la memoria.
Insólita pantalla
donde sombras chinescas reproducen
la película absurda de mi vida.
Te miro con los ojos abismados
de la devastación.
Como el guerrero derrotado observa
en un atardecer sin pájaros,
el campo de batalla
donde la muerte yace
y el silencio.