Andrés tiene 15 años y acaba de perder a su padre, Fernando Aguilar, un respetado comisario de policía que ha aparecido muerto en la piscina del hotel Birmania a causa de una sobredosis de barbitúricos. Una gran confusión envuelve la muerte del famoso comisario. Los casos que investigaba eran tantos que su muerte puede estar relacionada con cualquier asunto escabroso: drogas, prostitución, armas, obras de arte, terrorismo… Su hijo descubre por casualidad un misterioso archivo en el viejo ordenador de su padre. A partir de ese momento, la historia da un giro de ciento ochenta grados. El joven Andrés deberá enfrentarse a un mundo turbio y hostil donde todo es posible.