Matías Vidal está al borde de la depresión. Es un hombre anodino y gris, que trabaja como profesor en el instituto de una ciudad provinciana y que aún no ha superado la crisis que le provocó su separación matrimonial. En uno de sus habituales paseos nocturnos para combatir el insomnio y la soledad, presencia casualmente el asesinato de dos mujeres. Antes de expirar, una de ellas dibuja una cruz sobre la tierra con sus dedos temblorosos. De la noche a la mañana, Matías se convierte en un hombre popular: es el único testigo de aquel horrible crimen del que se hacen eco todos los medios de comunicación. Dos prostitutas han sido asesinadas por intentar huir de los proxenetas que las explotaban. Ante los ojos de Matías se descubre un mundo de violencia y extorsión, que estaba a su alrededor y cuya existencia desconocía. Cientos de prostíbulos albergan a multitud de mujeres, atraídas por la falsa promesa de un trabajo. Golpeadas, violadas, humilladas, asesinadas muchas veces. Y todo, ante la impunidad absoluta de las mafias organizadas. La vida del profesor da un giro de ciento ochenta grados cuando los asesinos deciden acabar con él, porque lo consideran un testigo molesto. Intuyendo que la protección policial no servirá de mucho, el inspector Pedro Corrales le aconseja desaparecer por un tiempo. Pero Matías está cansado de huir de su pasado, de su soledad y de sí mismo. Abrumado por la sensación de naufragio personal, Matías Vidal decide que ha llegado el momento de convertirse en otro hombre. Tal vez un héroe. Tal vez un loco.