¿QUÉ HACEMOS CON EL MUERTO?

FICHA

GÉNERO
Comedia
 ESTRUCTURA
1 Acto dividido en 13 Escenas y 1 Epílogo
REPARTO
VICENTE: Hombre de edad mediana.
PEPE: Hombre de edad mediana.
AMPARO: Mujer de edad mediana, mujer de Vicente.
SUEGRA: Mujer mayor, madre de Amparo y suegra de Vicente.
CELES: Prostituta. Viste de manera provocativa.
TINA: Prostituta. Viste como Celes. Trata de hablar fino.
VENDEDOR: Hombre de edad mediana. Viste de negro.
Sombrero, pajarita y gafas de gran miopía.
REPARTIDOR: Chico joven. Viste delantal. Traje de supermercado.
POLICÍA: Hombre de edad mediana. Viste de uniforme.
ESCENARIO
Salón de un piso. Puerta al foro. A la derecha hay una puerta que da al interior de la vivienda. A la izquierda hay un balcón. Delante del balcón, un sofá. En el medio de la estancia, una mesa con varias sillas. Por las paredes, cuadros. Hay también un par de macetas y una percha con un paraguas. Cerca del sofá debe haber un armario. En la esquina derecha, una mesita pequeña con un teléfono.
DURACIÓN
1´15 h. aproximadamente

SINOPSIS

 

La historia transcurre en un salón comedor convencional, el de la casa donde viven Vicente, Amparo y la suegra (de Vicente).
Aprovechando que Amparo y su madre se van a la boda de un familiar en el pueblo, Vicente organiza una fiesta en su casa con su amigo Pepe, un soltero empedernido y mujeriego, que ha conseguido contratar a dos prostitutas para la fiesta.
La esposa de Vicente y su suegra se van a la estación y él se queda solo, esperando a Pepe y a las dos chicas, pero inesperadamente recibe la visita de un vendedor de enciclopedias a domicilio. Mientras hablan, el vendedor sufre un ataque y se queda muerto sobre el sofá.
Antes de que Vicente reaccione, aparece Pepe. Entre los dos deciden esconder el cadáver del vendedor porque las dos prostitutas están a punto de llegar. La cosa se complica cuando la esposa y la suegra de Vicente regresan a casa antes de lo esperado porque se han olvidado los abrigos.
Las situaciones cómicas y los diálogos disparatados se suceden. Llegan las prostitutas cuando la esposa y la suegra están buscando los abrigos. Los malentendidos continúan. El lío no hace más que agrandarse. Para colmo, aparecen en escena un repartidor del supermercado y un policía, que se ha confundido de piso, pero que desata la histeria general.
Todo se enreda de forma maravillosa y divertida, hasta el inesperado desenlace.